Con la llegada de las vacaciones de Navidad se presenta un gran problema para los padres. Los niños tienen dos semanas de vacaciones y los adultos apenas unos días. La conciliación de la vida familiar y laboral cada vez se hace más difícil y por ello hay multitud de organismos públicos y colegios los que realizan unas “escuela navideña” donde nuestros hijos pueden disfrutar y los padres pueden estar tranquilos. Pero esta no es la única opción.
Abuelos y familiares. Esta es la alternativa más cómoda y barata, la clásica. Si los abuelos se encuentran en buen estado de salud, no suele ser difícil que quieran cuidar a sus nietos, incluso aunque no lo hagan habitualmente. Los mayores inculcan valores hasta ahora desconocidos por los niños. Durante este periodo, los abuelos pueden aprovechar para conocer un poco mejor a sus nietos y mimarles. La multitud de actividades que se ofertan para estos días hace que la tarea de los abuelos sea un poco más llevadera, ya que pueden visitar belenes, puestos navideños u obras de teatro.
Colegio público. Como ya hemos mencionado, desde hace unos cuantos años, cada vez son más las provincias que mantienen abiertos los centros escolares durante la Navidad o el verano. Aunque el colegio de tu hijo no tenga esta oferta, puedes pedir plaza en otros centros. El horario es parecido al que tienen durante la jornada escolar y es una buena manera de que los niños pasen las fiestas ocupados sin tener que buscar quién los cuide. En la escuela navideña realizan juegos, actividades y se relacionan con gente de su edad. El mayor problema de esta opción es que muchas veces se ofertan menos plazas de las que se solicitan.
Talleres infantiles. Es una alternativa en auge. Cada vez más, ludotecas, bibliotecas públicas, museos y otros centros especializados ofrecen programas destinados a los pequeños. Suelen proponerse alternativas como la lectura de cuentos, marionetas, dibujos y manualidades para adornar la casa, juegos de mesa y estrategia… etc. Es una opción más cultural que la del colegio público y ayuda a los pequeños a desarrollar su intelecto y creatividad. La mayoría de estos talleres duran toda la mañana e incluso, en algunos, cabe la posibilidad de estar el día entero.
Teatros y actividades culturales. Muchos teatros ofrecen una programación especial en Navidad, con obras infantiles todos los días de la semana. Suelen ser por la mañana o por la tarde temprano, por lo que es una buena manera de entretener durante una parte del día al niño. En todas las ciudades, la programación cultural se amplía y durante la Navidad hay multitud de ferias, exposiciones y actividades dedicadas a los más pequeños.
Seguro que si realizar alguna de estas opciones las navidades de tus hijos serán más entretenidas y divertidas. Y ya sabes, los días libres sal y pasea con ellos, realiza alguna actividad y seguro que estarán encantados.
Lorena Suárez
